Hub Recircular sigue fortaleciendo alianzas con startups y organizaciones

Por Rosana Guerra

Publicado en el Diario Comercio y Justicia 23 diciembre, 2021

Hub Recircular hizo el sábado pasado la 12ª Campaña Hub Recircular, con la consigna “Juntos recuperamos y reciclamos mejor”. De 10 a 13, los vecinos acercaron reciclables limpios y secos como papel, cartón, vidrio, plásticos, latas y metales, telgopor, telas y textiles; y botellas con aceite usado y celulares en desuso a distintos puntos de la ciudad de Córdoba. Actualmente hay 11 puntos en la ciudad de Córdoba y en Malagueño. Los reciclables se llevaron a las siguientes direcciones: Celedonio Flores 1544 y en plaza Alem; Pringles al 1400 de barrio Pueyrredón; plaza de la Intendencia, Av. Marcelo T. de Alvear 200, centro; Real de Azúa y Arruabarena, en Urca; Ucrania 133, barrio General Paz; plaza Manuel Belgrano, Altolaguirre 2020, barrio Yofre; Blamey Lafore 1196 de barrio San Rafael;  plaza Rivadavia, Urquiza y José Baigorri, en Alta Córdoba; José Gigena 1810, local 2, Cerro de las Rosas; avenida Álvarez de Arenales y La Plata en barrio Juniors; avenida La Voz del Interior 1393; Malagueño, barrio Villa San Nicolás.

Además, Hub Recircular cumplió un año trabajando en campañas de reciclado y concientización ambiental. “Ya participó en cada campaña un promedio de 250 familias, unas 3.000 en total en este año”, informó Elga Velázquez, de Hub Circular.

El Hub Recircular es un espacio donde interactúan cooperativas, empresas, instituciones, ONG y ciudadanos apoyando el recupero y el aumento de índices de reciclaje en la ciudad. Nació a partir de la articulación con diferentes stakeholders por el programa Fortalecimiento de Recuperadores, financiado por el Fondo Ayudar 2019.   

En diciembre de 2020 se unió con la Fundación para el Desarrollo Sostenible en la coordinación de la Campaña Recircular, en la que voluntarios participan en el proceso de sensibilización y educación de los ciudadanos, apoyando el trabajo de recuperación de las cooperativas urbanas.

La campaña Hub Recircular consiste en una estrategia de visibilización del programa de fortalecimiento de cooperativas y la sinergización en la cadena de valor desde la separación diferenciada en origen. La campaña “Recupero de Reciclables Recircular: juntos recuperamos y reciclamos mejor” se encuentra en diferentes puntos barriales de la ciudad desde el 19 de diciembre de 2020, y se realiza todos los terceros sábados de cada mes. Tiene el objeto de que los vecinos acerquen sus materiales reciclables al punto, logrando un proceso de sensibilización y efecto multiplicador

Hub Recircular estableció alianzas con startups como Ecodocta, Ecobuy y con las cooperativas Los Cuadraditos, Los Carreros, La Victoria, El Galpón y Caecus Lab.  

En un año de trabajo y junto con la colaboración de 70 voluntarios lograron recolectar 24.000 kilos de reciclables secos, de los cuales 48% es vidrio, 34%  papel y cartón, 9,02% plásticos, 1,92% envases tetra-brik, 2,07% latas y metales y  4,99% celulares y aceite.

Otras instituciones que vienen colaborando en distintas actividades son Plataforma Red Supernova, Universidad Siglo 21, Grupo Conciencia, Corlab Pueblo Alta Córdoba, Centro Vecinal de barrio Pueyrredón, Centro Vecinal Juniors y la Plataforma SEF, donde se vinculan emprendimientos y empresas que quieran tener ofertas de triple impacto y que estén dispuestos a ayudar a organizaciones del tercer sector.

Consultada sobre los desafíos para 2022, Velázquez reveló que esperan sumar unos diez barrios más a las campañas de reciclado. “Nos interesa sumar a más empresas, patrocinadores, e involucrar las instituciones educativas para concientizar a los estudiantes a través del Programa Recircular en escuelas, también en empresas y en consorcios, continuando, por supuesto en los barrios”, anunció.

Voluntarios 

Recircular lanzó una convocatoria para sumar voluntarios para las campañas de recolección de reciclables. La búsqueda está orientada a distintos puestos. El primero es de voluntario asistente para dar soporte a actividades el día del evento, recibir los materiales, monitorear, difundir el evento, brindar información a los vecinos y realizar sondeo del impacto que tiene el punto. Los requisitos son tener disponibilidad para asistir los últimos sábados de cada mes a algún punto y no es necesario que viva en el barrio al que va a asistir. El segundo puesto es de voluntario coordinador, que tendrá a su cargo la coordinación de la campaña en el punto designado, la articulación con otras organizaciones cumpliendo los objetivos y brindar guía y soporte durante toda la organización del evento. Los requisitos son residir en el barrio y tener o comprometerse a tener un rol activo dentro de él, tener disponibilidad para asistir los últimos sábados de cada mes y para coordinar el pre y post evento. El tercer puesto es de voluntario que sea asistente en forma remota, quien tendrá a cargo tareas como difusión del evento, noticias mensuales del avance de la campaña, brindar información a los interesados, colaborar con el sondeo del impacto de los voluntarios de los puntos, análisis de datos, elaboración de reportes y propuestas de mejora; elaborar estrategias de comunicación para las redes y ocuparse de los servicios de diseño gráfico. Los requisitos son tener predisposición a la comunicación de la campaña y difundir información, tener predisposición al uso activo de redes como WhatsApp, Instagram y Facebook, afinidad con el análisis de datos. No es necesaria la asistencia presencial a los puntos de recolección -aunque sí es recomendable.

Para inscripciones ingresar a http://bit.ly/formulariorecircular

La ley de envases es pionera en incluir la economía social como solución al problema de la basura

Por Rosana Guerra. Publicado en Diario Comercio y Justicia, 20/12/21

El proyecto propone incorporar la responsabilidad social extendida del productor, fortaleciendo el trabajo de los recuperadores urbanos y el consumo consciente

El debate sobre las implicancias de la ley de envases, que propone una gestión integral y el reciclaje inclusivo, plantea posiciones enfrentadas entre los distintos actores involucrados en el proceso de producción y reciclado de los mismos. Sin embargo, la necesidad de implementar políticas públicas para mitigar la contaminación generada por los envases en desuso –que terminan en su mayor parte en los vertederos sanitarios o basurales a cielo abierto- en Argentina, supone incorporar conceptos como la responsabilidad extendida de los productores y plantear el cambio cultural necesario y el compromiso ético individual para resolver el problema mundial de la basura.  

La Ley de Envases impulsada por el Poder Ejecutivo fue elaborada en conjunto con los recuperadores urbanos de los grandes centros urbanos y consensuada con las principales empresas del sector y la industria petroquímica. 

El asunto ingresó al parlamento el 28 de octubre pasado, en plena campaña. Entonces el ministro de ambiente de la Nación, Juan Cabandié, Máximo Kirchner y la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores presentaron el proyecto de “Ley de envases con inclusión social”.

La normativa apunta a lograr una gestión ambientalmente sostenible, en todas las etapas de su proceso de producción, desde la generación hasta su disposición final. De lo que se trata es de introducir el concepto de responsabilidad del productor y del consumidor, es decir, que cuando se fabrica un producto se contemple qué sucederá luego con el envase que lo contiene. Esto implica que cuando se introduce un envase al sistema productivo, el que lo hace tiene que hacerse cargo del destino de aquél. La responsabilidad pasa por tener un depósito para que los ciudadanos puedan devolverlos y así se puedan volver a reutilizar. O también que sean producidos con materiales que permitan el reciclado, porque no todos los envases son reciclados. Si el productor no dispone de un depósito para recibirlos, entonces deberá pagar una tasa ambiental que será destinada al sostenimiento de la actividad de los recuperadores urbanos.

La comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano de la Cámara de Diputados de la Nación ya había emitido a mediados de noviembre un dictamen de mayoría que respalda un proyecto de ley. Se trata de la iniciativa de Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para la Gestión Integral de Envases y Reciclado Inclusivo, que fue sancionada por el Senado. Sin embargo, se aguarda que se profundice el tratamiento de ese dictamen y que se trate en la Cámara de Diputados de la Nación antes de que finalice el período ordinario de sesiones de este año. Según los analistas y fuentes allegadas al proyecto, su tratamiento seguramente pasaría para el año que viene.

Los recuperadores urbanos se reunieron en Córdoba hace unas semanas, trabajando para mejorar la propuesta del instrumento normativo y expresaron estar abiertos a mejorar la iniciativa que marca un antes y un después en el tratamiento de este tipo de residuos sólidos urbanos en nuestro país. “Es una ley que tenemos que seguir incentivando”, dice Andrés Nápoli, presidente de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN).

Rellenos colapsados

En nuestro país el tema de la basura es una gran deuda pendiente sobre todo en las grandes ciudades en donde los rellenos sanitarios se encuentran colapsados y con deficientes condiciones de mantenimiento. Esta ley que promueve la inclusión social y la reutilización de los envases también impactaría en la disminución de las importaciones, es decir, que ayudaría a generar más divisas para el país. Hoy las empresas importan algunos productos que se podrían reemplazar por envases reutilizables, y esta estrategia de economía circular también tendría su impacto en la balanza comercial.

En Argentina diariamente se producen unas 50.000 toneladas de residuos y los municipios invierten entre 10% y 40% de sus presupuestos para gestionarlos. Al menos 20% de los residuos son desechos sólidos urbanos generados por el consumo de envases y sólo nueve por ciento termina en circuitos de reciclaje. 

En el dictamen aprobado se considera envase a todo producto fabricado con materiales de cualquier naturaleza que se utilice para contener, proteger, manipular, distribuir, transportar y presentar mercaderías, desde materias primas hasta productos terminados, en cualquier fase de la cadena de fabricación, distribución y consumo. “Se consideran también envases, todos los artículos desechables utilizados con estos mismos fines, incluyendo los embalajes secundarios y terciarios y que son empleados para facilitar el transporte, la manipulación, la distribución, presentación y provisión de los productos envasados, así como también todos los artículos desechables utilizados con el mismo fin”, detalla el documento. 

Inclusión social y responsabilidad social

La ley de envases tiene como principales objetivos la de aumentar la cantidad y variedad de materiales recuperados de los productos, la de minimizar el impacto ambiental de los residuos y su impacto sobre el ambiente y las personas; alentando a los productores a asumir las responsabilidades extendidas de la recolección, el reciclaje y el diseño de productos que pueden ser reciclados, mediante diferentes incentivos.

Entre los principales puntos que aborda esta iniciativa se mencionan la responsabilidad extendida del productor, es decir que la responsabilidad del fabricante sobre el producto se extiende a la etapa posterior a su consumo. De lo que se trata es de promover y tomar responsabilidad objetiva por la gestión ambiental de los envases introducidos en el mercado.

La propuesta aborda el tema de la producción sostenible, incentivando al sector productivo a diseñar y fabricar productos amigables con el ambiente.

Además, se promueve el consumo sostenible, es decir, el que alienta el consumo de envases reciclables por parte de los ciudadanos generando conciencia y prácticas colectivas responsables, éticas y sostenibles. Se intenta fortalecer los sistemas locales de residuos, promoviendo la inclusión social de los recuperadores urbanos creando nuevos puestos de trabajo calificados para la gestión integral de los envases.

Empoderar a los actores

Cada eslabón de la cadena circular tiene un rol preponderantemente en el tema del tratamiento de los residuos sólidos urbanos y una de las cuestiones que plantean los especialistas es repensarla desde la industria hacia afuera. “Esta ley apunta específicamente a las cooperativas de recicladores y recuperadores urbanos, pero para reactivar las cooperativas, primero hay que reactivar a la industria”, reflexiona Carolina Ulla, directora en la licenciatura en Ambiente y Energías Renovables y Gestión Ambiental de la Universidad Siglo 21, en el marco de la Diplomatura en Economía Circular organizada por la Municipalidad de Córdoba y la Universidad Nacional de Córdoba.

Desde su perspectiva, para generar trabajo genuino y decente, primero hay que apoyar a la industria. “Hay que empoderarla a través del proceso de transformación porque así le va a comprar al primer eslabón de la cadena y le va a pagar mejor ese material”, añade Ulla. Su análisis apunta a poner el foco en la primera parte del eslabón de la economía circular. “Porque sino habrá muchos recuperadores urbanos juntando residuos pero si no disponen de una máquina que transforme esos desechos, no se llegará a crear una economía circular. Ellen McArthur apunta a trabajar desde el Estado, desde la industria hacia afuera para la generación del empleo”, grafica la especialista.

Leyes similares de envases se aplican ahora mucho más allá de la Unión Europea, por ejemplo, en Macedonia y Bielorrusia, así como en Israel, Brasil y países asiáticos como China y Japón.  En Chile, por ejemplo, se le concedió un año de tiempo a las empresas para ajustarse a la ley en donde les propusieron traer su innovación y el Estado les financia su transformación hacia la economía circular. El objetivo de las normativas mencionadas coinciden en reducir el impacto negativo de los residuos de envases en el ambiente y aumentar significativamente las tasas de reciclado como política de Estado.

El mejor residuo es el que no se genera

Actualmente el tema de la gestión y destino final de los residuos sólidos urbanos (RSU) es uno de los problemas ambientales más graves de Córdoba y de Argentina.

En Argentina, entre 20 y 30% de los residuos sólidos urbanos son envases y esos terminan en los rellenos sanitarios. “Lo que hay que hacer es tratar de que existan menos cantidad de envases y aquellos que se producen lo hagan de manera tal que se puedan volver a insertar en las cadenas productivas”, propone Nápoli.

En tanto, 72% de las localidades de la provincia y del país dispone sus residuos en basurales a cielo abierto. Sólo las ciudades más grandes como Córdoba y Río Cuarto disponen sus residuos en rellenos sanitarios.

Otro dato relevante es que más de 40% de la población dispone sus residuos en basurales a cielo abierto, principalmente en municipios pequeños por los altos costos de los rellenos sanitarios”, expone Eugenio Pettigiani, especialista en residuos sólidos urbanos, del Departamento de Química Analítica y Residuos Sólidos del INTI en un evento sobre reciclado en Córdoba, organizado por la Red Ciudadana Córdoba.

Un Estadio Kempes 

Considerando los residuos del Gran Córdoba en 2018, se generaron unas 717.000 toneladas, lo que equivale al Estadio Mario Kempes. En el relleno sanitario de Piedras Blancas inaugurado hace once años, a mayo de 2019 se tiraron más de 2.000 toneladas por día de basura, es decir que los residuos ingresados a abril de este año ascienden a un promedio de 2.182 toneladas de basura por día.

En la ciudad de Córdoba existen más de 140 basurales a cielo abierto. Un dato importante es que si se considera la tasa de generación, es decir la cantidad de residuos que se generan por habitantes por día es de 1, 5 kilogramo.

Si se consideran los residuos domiciliarios de la ciudad de Córdoba, se generan 1.030 toneladas por día. “De este tipo de residuos más de 50% son residuos orgánicos o de jardinería que podrían ser compostados o gasificados”, señala Pettigiani.

En el caso de los plásticos, celulósicos y vidrios que pueden ser reciclados, 30 a 40% son potencialmente reciclables y comercializables en la ciudad de Córdoba.

Asimismo y en relación a la composición media de residuos en Argentina, según un informe del Ministerio de Ambiente de la Nación 50% es orgánico; 40%, reciclable y el 10% restante son llamados materiales de rechazo, que no pueden ser ni compostados, ni reciclados. “Es decir que Argentina recicla menos del 10% de lo se genera, cuando se podría estar reciclando el 90% por ciento”, advierte el especialista en residuos sólidos urbanos.

Reciclaje inclusivo 

El calentamiento global, la deforestación y la contaminación por residuos, particularmente por plásticos en desuso han producido un colapso ambiental de envergadura. En varios países desarrollados están implementando proyectos de economía circular para evitar su descarte, extender su vida útil y mitigar la contaminación en el suelo, agua y tierra.  En esta línea, el proyecto de ley que establece los presupuestos mínimos de protección ambiental para la gestión integral de envases y el reciclado inclusivo propone incorporar una tasa ambiental.

La ley de envases hace foco en establecer una tasa de hasta tres por ciento según el envase que va a ser recaudada por AFIP. Ese porcentaje se reducirá de acuerdo a las medidas que tomen las empresas en materia de sustentabilidad. Lo recaudado irá a un Fondo Fiduciario para la gestión de Envases manejado por el Ministerio de Ambiente, y se transferirá a los municipios, en la medida que cuenten con un plan de abordaje de reciclado de residuos poniendo énfasis  al financiamiento de emprendimientos sociales.

Paradójicamente, el proyecto no fue refrendado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, como corresponde según el artículo 100 de la Constitución nacional, sino solamente por Matías Kulfas (Desarrollo Productivo) y Juan Cabandié (Ambiente) Lo novedoso de su contenido es la creación de un nuevo impuesto denominado tasa ambiental de responsabilidad extendida del productor. Este tributo que, de sancionarse la ley, deberán pagar los productores y que “no excederá” tres por ciento del precio mayorista del producto envasado, podría implicar una recaudación de 300.000 millones de pesos por año, como si el IVA hubiese sido incrementado a 24%. 

A diferencia de otros países que también utilizan los impuestos como forma de desincentivar el uso de envases, en Argentina la recaudación no iría a rentas generales, sino a un fondo fiduciario. El llamado Fondo Nacional para la Gestión de Envases y Reciclado Inclusivo, que se lleva 85% de la recaudación, tendría la forma jurídica de fideicomiso.

Algunas empresas y organizaciones empresariales se oponen al destino de los fondos para la inclusión social porque temen que se financie con discrecionalidad este fondo y que vaya a ser manejado en su mayoría por el sector público. 

Un tema a considerar también es el rol de las empresas multinacionales que comercializan diferentes productos envasados que por el momento han trasladado la responsabilidad del fin de uso del envase a los consumidores y estos al municipio pagándoles una tasa de limpieza. Existen compañías que no han sacado ningún sistema de recupero de envases de forma voluntaria aunque declaran que sus matrices lo toman como política sin una coherencia por falta de un marco normativo en Argentina. 

Los defensores del proyecto de ley de envases señalan que los impuestos verdes se utilizan en todo el mundo para paliar los efectos negativos que genera la producción en el precio que pagan los consumidores. Pero en esos países los impuestos no se perciben por fuera de la recaudación ordinaria y que su gasto no es discrecional, y este es uno de los riesgos del manejo de fondos.

Una treintena de entidades rurales y agroindustriales se pronunciaron públicamente en un comunicado difundido a los medios a comienzos de diciembre donde rechazan de plano la tasa de tres por ciento. Consideran que el proyecto de ley, de la forma en la que está planteado y abordado,  afectará negativamente la incipiente recuperación del sector productivo, luego de la extensa cuarentena de nuestro país.

“Rechazamos absolutamente el pago de la exorbitante e infundada tasa del 3%, que sería aplicable a los productos envasados”, expresaron en el comunicado, los representantes del sector agropecuario e industrial, algunos de la provincia de Córdoba, como la Bolsa de Cereales de Córdoba, la Bolsa de Comercio de Córdoba, la Cámara de Comercio de Córdoba, entre otras.

Otro de los puntos álgidos es profundizar acerca de qué sistemas de reciclaje se utilizará ya que la norma como está prevé que se trabaje con las cooperativas de recuperadores urbanos.  “La industria no quiere esta imposición debido a su cultura de eficiencia y poco timing con las comunidades vulnerables y sus sistemas informales de funcionamiento. Por eso han pedido modificaciones al respecto de los sistemas de reciclaje solicitando que tiendan a ser mixtos”, analiza Velázquez.

Un punto importante en las distintas posiciones respecto a esta normativa es que existen  diferencias de cómo quieren que se gestionen los envases. “Las empresas multinacionales no tienen experiencia en países desarrollados de trabajar con cooperativas de recuperadores urbanos porque en los países desarrollados no existe esta realidad. Entonces las pone en un lugar de incomodidad”, añade la especialista de la Fundación para el Desarrollo Sostenible.

Por otro lado, los recuperadores urbanos que hoy buscan material a la intemperie muchas veces no tienen la capacidad técnica para gestionar una empresa cumpliendo con las normativas vigentes y se crean solo para recibir subsidios.

Recolección y reciclaje, un servicio público

En nuestro país existe una red nacional de 150.000 recuperadores urbanos que se dedican a la recolección y reciclaje de los materiales. Un gran porcentaje de estos trabajadores realizan su actividad en condiciones precarias e insalubres.

Una investigación sobre el territorio de la cooperativa de recicladores, de residuos sólidos urbanos, un aporte de la geografía a la plataforma elaborado por Aldana Ugolini Arce y Lucía Zavalla del Departamento de Geografía, de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba, señala que existen numerosos beneficios del trabajo de las cooperativas de recicladores como la contribución a la salud pública y al sistema de saneamiento, ser una fuente de empleos e ingresos, ser una fuente de suministro de materiales reciclados y su contribución a la sostenibilidad del ambiente.

Solo en la ciudad de Córdoba, las investigadoras encontraron ocho cooperativas independientes como La Victoria, Los Cuadraditos, Los Carreros, Recicord, Luna Nueva, Héroes de Malvinas, Cartoneros y Recicladores Podemos, y ReciclarCoop en vías de ser mapeada. Además relevaron cooperativas que dependen de los centros verdes Milagros para los Niños, Badén, Rivera del Suquía, Solidar Limitada, Nuestro Futuro y 26 de Abril.

Las cooperativas se han formado como actores claves en el circuito del reciclaje que lleva adelante la inserción en el mercado de materiales reciclables tras su clasificación, a través de modalidades autogestivas de organización laboral

“Los actores constituyen el primer eslabón de una cadena productiva que permite (re) incorporar al sistema económico los materiales desechados por los ciudadanos para convertirlos nuevamente en materias primas, aspecto fundamental de la economía circular”, describe Aldana Ugolini Arce.

Las investigadoras resaltan la importancia de reconocer el trabajo fundamental que tienen los recicladores, a la hora de promover el aprovechamiento de los residuos sólidos urbanos.

“Sosteniendo la importancia de su trabajo para el cuidado de la ciudad, del ambiente, la reinserción de los materiales reciclables en el mercado y la disminución del volumen de basura que se deposita tanto en el basural como en micro-basurales”, considera Lucía Zavalla.

Para mejorar el trabajo de cooperativas de recuperadores urbanos lo más destacable es el trabajo que vienen haciendo en la operativa de recuperar los materiales reciclables de manera manual reduciendo lo que se suponía iba ir al vertedero y derivarlos a la industria a través de acopiadores por no llegar a los volúmenes adecuados para la industria y no tener espalda financiera para acopiar”, analiza Velázquez.

“Los cartoneros sabemos luchar, nunca nada fue fácil para nosotros”, dice Natalia Zaracho, la primera recuperadora urbana que ocupa una banca desde el 10 de diciembre. Cada cartonero recicla unos 100 kilos de material por día, evita que esos residuos vayan a los basurales o al entierro. Trabajamos en las peores condiciones laborales y esta ley va a mejorar mucho ésto. Queremos dignidad para los nuestros y un ambiente sano”, sostiene. 

Para el sector de empresas sociales es fundamental trabajar fuertemente en mejorar sus sistemas de gestión administrativa- financiera  mediante el fortalecimiento de sus capacidades internas, así como también cumplir con las cargas tributarias. “Si no, no se va a salir de un sistema de subsidios y empezar a trabajar con la industria de reciclaje directamente”, advierte.

Por el otro lado, está la sociedad que es poco consciente que con su elección de compra respalda una sociedad del despilfarro de recursos. “Creemos que tenemos poco poder, pero es así, ya que son los consumidores lo que con su compra eligen o no un producto sustentable y sus valores”, concluye la presidente de la fundación.

Diego Villarreal Rivarola, del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes), expresó que están trabajando en proyectos de incubación de cooperativas de reciclado, para dotar de instrumentos del contexto de cada cooperativa. “Incubamos tres tipos de cooperativas, las que trabajan en plantas con los municipios, procesan, seleccionan y agregan valor en algunos casos”, enumeró. También hay otras que lo hacen por fuera de plantas municipales, es decir son plantas autónomas de selección y reproceso vinculadas con la logística de retiro de grandes generadores y de generadores domiciliarios. Y la tercera, son las cooperativas que trabajan con cartoneras de a pie que llevan al depósito los materiales y hacen la recolección de grandes generadores, comercios y algunos domiciliarios. Además están las que trabajan en los basurales a cielo abierto que viven en las inmediaciones, es decir que lo habitan en términos productivos y en términos reales. 

La economía circular como política de Estado

El proyecto de ley de envases aún no se trata en la Cámara de Diputados de la Nación, pero desde la Municipalidad de Córdoba, se sigue trabajando en el tema de reciclaje inclusivo por parte de las cooperativas y también de las organizaciones como Obras y Servicios (COyS). Victoria Flores, presidente del CoyS, señaló que están comprometidos con el paradigma de la economía circular, que busca modificar la forma en que producimos y consumimos. En este organismo se promueve el trabajo con Ecoaliados como Centros Verdes, Centros de Transferencia y Ecopuntos. Los centros verdes son espacios destinados a la selección y acopio de material seco. Los materiales que reciben son bolsas de plástico, papel, cartón, botella plástica, aluminio, tela, envases brick y vidrio.

“Mientras que en 2019 se recuperaron 707 toneladas de materiales recuperados que monetizados ascienden a 4  millones de pesos en 2020 se recuperaron 873 toneladas lo que equivale a 7, 8 millones de pesos, y en 2021 se recuperaron 1.100 toneladas, es decir 21 millones de pesos”, informó Flores. 

En el Centro Verde Sur se recuperaron 386 toneladas. Mientras que en el Centro Verde Sur se recuperaron 513 toneladas de residuos secos. También existe el Centro Verde Ecofem, que combina un enfoque de género más la acción de los Ecoaliados.

Respecto a los ecopuntos, éstos son dispositivos receptores de material seco que se encuentran dispuestos en diferentes puntos de la ciudad de Córdoba, cercanos a los vecinos. Ya se inauguraron más de 20 ecopuntos. Además existen los centros de transferencia de residuos, que son espacios de acopio y recepción de grandes volúmenes de residuos como neumáticos, residuos de aparatos eléctricos, restos de poda, escombros, voluminosos y chatarra. Solo en tres meses de funcionamiento se recuperaron 2.300 toneladas. CoyS estableció alianzas con el Estado y empresas como Blangino, BBC, Coca Cola, Geocycle, Reciclando SA, IRCA, Ondulé, Ecolif, Marchiarola y Ecovalor.

Crean piezas de cerámica inclusiva en braille

Por Rosana Guerra

Publicado el 15 de diciembre en el Diario Comercio y Justicia

El Crespín Cerámicas elabora piezas de cerámica y lanzó una línea inclusiva, de este material, con sistema braille, para que todas las personas conozcan este lenguaje, tanto videntes como no videntes. “La idea es ampliar a otros conceptos no sólo idioma sino también para incluir a las personas no videntes y hacer de este sistema algo común entre la gente para que todos seamos iguales”, explica Sonia Peretti, la creadora de esta original iniciativa, junto a su hermana Viviana y Florencia Besson, quienes viven en El Diquecito, La Calera

Ellas elaboran productos en cerámica artesanal con diseños exclusivos e inclusivos, como tazas, platos y vasos. En su emprendimiento utilizan embalaje sostenible con bolsas reutilizables, cuenta entusiasmada Peretti.

Las ceramistas tuvieron financiamiento del Ministerio de Cultura de la Nación, mediante el Programa Desarrollar, durante la pandemia, y con un crédito de la Fundación Banco Córdoba compraron el horno para cocer sus piezas. 

“Nuestros diseños cuentan con frases que las traducimos a braille y así las personas pueden aprender más sobre este sistema”, relatan. Hicieron una alianza con Puntos de Vista, una organización de Villa María que las capacitó en este tema. Esta propuesta permite acercar a la gente el sistema de lectoescritura que utilizan las personas ciegas, para crear conciencia en cuanto a sus necesidades. “Vamos a colaborar con piezas en carácter de donación para que puedan sumarlas a su tienda de objetos y venderlas y así ampliar los fondos para sus proyectos y actividades”, adelanta Peretti.

Las emprendedoras tienen una larga trayectoria en programas de incubadoras y programas de ese tipo. Participaron en 2014 en la Fundación E+E y actualmente están en la etapa de aplicar para participar del programa Winay de la Fundación GEN Emprendedurismo y Triple Impacto. Además, participaron en programas del Ministerio de Promoción del Empleo y de la Economía Familiar de la Provincia: innovación humana, ventas inteligentes, bienestar emocional, diplomatura en formación profesional, diplomatura en gestión de organizaciones sociales y comunitarias y ley Micaela.

Inclusión y género

En el Polo de la Mujer, además, las emprendedoras dan cursos de cerámica, elaboración de piezas de ese material y de alfarería. Se trata de una capacitación en oficios  en la que las alumnas salen preparadas para emprender o trabajar en un taller de cerámica. También dieron clases a detenidos en la cárcel Bouwer en 2019, mediante un convenio entre el programa Córdoba con Ellas y el Ministerio de Justicia.


El desafío para 2022 es instalar la cerámica inclusiva, “es decir que en cada mesa pueda estar una pieza en braille para despertar el interés de quienes no conocen y así ayudar a difundir las necesidades de este sector”, describen. También adelantan que seguirán dando talleres de capacitación en los que sumarán otras técnicas, además del braille.

Ponnio Hidroponia proyecta para 2022 una red de productores nacionales y regionales

De la hidroponia para producir alimentos en forma económica y sostenible

Por Rosana Guerra. Publicado en Diario Comercio y Justicia. 23/11/21

Con más de seis años de experiencia, esta pyme se dedica a la práctica, difusión y sostenimiento de métodos de producción de alimentos saludables

La pyme Ponnio Hidroponia formula y comercializa insumos para productores hidropónicos y se dedica a la práctica, difusión y sostenimiento de métodos de producción de alimentos saludables con nuestro entorno.

“Somos una empresa con más de seis años de experiencia en cuanto a la producción de cultivos hidropónicos, desarrollo de insumos para productores y acompañamiento a emprendimientos. Nuestra experiencia y expansión respalda el conocimiento y credenciales para educar, y le da sustento a la confianza de cada uno de nuestros clientes y alumnos”, cuenta María Mondino, directora general de Poniio Hidroponía.

Esta pyme se convirtió en referente en hidroponía en materia de asesoramiento y educación, así como de productores de insumos. “Acompañamos desde la experiencia, acercamos la hidroponía a quienes desean vivirla y hacemos posibles  proyectos de gran escala para que puedan nacer con sólidas bases y que sean profesionales”, explica Mondino. Su objetivo es que cada vez más personas incorporen prácticas de producción y cultivo amigables con el planeta.

Mondino combina valor de la experiencia, credenciales profesionales y desarrollo, pasión por la enseñanza y visión de negocio de cara a una industria en constante evolución. “Tenemos la certeza de que necesitamos desarrollar y difundir prácticas de producción de cultivos amigables y saludables para nosotros mismos y para nuestro planeta”, señala Juan Pablo Las Heras, founder de Poniio Hidroponia.

Mondino es ingeniera agrónoma de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y se formó en Buenas Prácticas Agrícolas para la producción de frutas y hortalizas (Senasa). También es diplomada en Cultivos Hidropónicos por la Universidad Católica de Córdoba (UCC). Por su parte, Las Heras es licenciado en administración de empresas por la UNC y diplomado en Cultivos Hidropónicos de la UCC.

Escuela y desarrollo de plan de negocios

Entre los servicios que brinda esta pyme, se encuentra la escuela de sustentabilidad en producción de alimentos y la consultoría para el desarrollo de un plan de negocio integral (PNI) para iniciar un emprendimiento desde cero. “Realizamos un estudio exhaustivo de viabilidades técnicas, comerciales, ambientales, legales, económicas y financieras”, detalla Mondino.

Cada vez son más las personas que toman conciencia de la necesidad real de cambio de hábitos en un mundo en emergencia ambiental. La hidroponía responde a parámetros y lineamientos de sustentabilidad, así como a un modelo de negocio rentable y exitoso. “Su resultado es un alimento más eficiente a nivel productividad y de mayor calidad”, evalúa Las Heras. 

Su modelo de negocios está alineado con varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. “Nuestros pilares estratégicos consisten en erradicar la pobreza, proteger el planeta y promover la paz y la justicia en todo el mundo”, reflexiona. 

Entre sus productos están los microgreens, plántulas comestibles jóvenes y tiernas, producidas a partir de semillas de varias especies. Según la especie utilizada, pueden ser cosechadas después de tan sólo 7 a 21 días desde la germinación, cuando los cotiledones están completamente extendidos y se han formado las primeras hojas. “Estos microgreens contienen variedades caracterizadas por una gran cantidad de formas, colores (verde, amarillo, rojo, púrpura). Su consistencia es tierna, crujiente, suculenta, y sus sabores pueden ser dulces, neutros, ácidos y picantes”, describe Mondino. 

La porción comestible está representada por el tallo, los cotiledones y, a menudo, son las primeras hojas verdaderas en su fase inicial. “En algunos casos, incluso las cáscaras de semillas que se mantienen unidas a los cotiledones, si son pequeñas y tiernas pueden convertirse en parte de la porción comestible”, añade Juan Pablo. 

Las especies de hortalizas más utilizadas para la producción son una nueva clase de verduras tiernas inmaduras producidas a partir de las semillas de hortalizas, hierbas o cereales, incluidas las especies silvestres. “En su mayoría se explotan especies pertenecientes a las familias brassicaceae, asteraceae, chenopodiaceae, lamiaceae, apiaceae, amarillydaceae, amaranthceae y cucurbitaceae”, explica Mondino. 

Otras especies utilizadas para la producción de microgreens son los cereales (avena, trigo harinero, trigo duro, maíz, cebada, arroz), la quínoa, especie similar a los cereales pero perteneciente a la familia amaranthaceae, las leguminosas (garbanzos, alfalfa, porotos, fenogreco, habas, lentejas, guisantes, trébol), semillas oleaginosas (girasol) e incluso especies como el lino y varias aromáticas como la albahaca, el cebollino, el cilantro y el comino. 

Adaptables, eficientes y económicos 

Los microgreens se producen en una variedad de entornos abiertos al aire libre, ambiente protegido o interior, y sistemas de cultivo (suelo, sin suelo), dependiendo de la escala de producción. Gracias al ciclo de crecimiento rápido, es posible producirlos tanto en tierra como con sistemas de cultivo sin suelo, todo el año, de manera económica y sostenible, incluso sin el uso de fertilizantes y productos químicos agrícolas.

Los microgreens se originaron a finales de los 80 en San Francisco, California, y desde entonces ganaron popularidad como nuevos ingredientes culinarios novedosos en el mundo en los mejores restaurantes y tiendas de comestibles exclusivas. “Nuestros clientes son emprendedores de pequeña a gran escala de distintas provincias argentinas, ya sea para montaje de proyecto como para la producción de autoconsumo (cultivos hidropónicos y producción de microgreens y/o brotes). También se nos acercan las personas que desean aprender hidroponía”, añade Mondimo. 

En Ponnio Hidroponía dictan los siguientes cursos: técnicas hidropónicas, técnicas hidropónicas II, nutrición vegetal I, nutrición vegetal II, almácigos hidropónicos, control de plagas y enfermedades, construcción de invernaderos, producción de macrogreens microgreens, huerta agroecológica y producción agroforestal

Los cursos se desarrollan en formato asincrónico y clases presenciales. El primero es on demand, con una propuesta de clases virtuales de contenido grabado. “Ofrecemos también materiales de presentación y material complementario, en un acceso por un mes ilimitado a la plataforma Google Classroom y todos sus contenidos”, cuenta Mondino. Las clases presenciales concentran los cursos más importantes en dos días, combinando clases teóricas con prácticas.

Desafíos 2022 Los emprendedores adelantaron que tienen previsto montar y dar apertura a “un nuevo invernadero escuela para dictar todos nuestros cursos, exponiendo los diferentes tipos de modelos productivos hidropónicos. También vamos a crear una red de productores nacional y latinoamericana para visitar diferentes tipos de producciones hidropónicas, haciendo comunidad y compartiendo saberes y experiencias”, concluyó.

Una startup elabora pastillas efervescentes biodegradables

Por Rosana Guerra

Nota publicada en el diario Comercio y Justicia. 15/11/21

Geco Friendly produce pastillas de limpieza y desinfección efervescentes concentradas biodegradables, no tóxicas, veganas y con envases reutilizables.  Se trata de un emprendimiento sostenible que surgió con la idea de apostar a un mundo mejor. “El concepto global eco-friendly, abarca la sustentabilidad, la reducción de huella de carbono, el uso eficiente del agua, cuidado del ambiente, economía circular, ayuda social y zero waste”, cuenta Martín Rocha, fundador de Geco Friendly.

Este emprendimiento ofrece productos de limpieza efectiva del hogar sin generar contaminación y plásticos. El embalaje que utiliza es compostable y la folletería es plantable. “Apuntamos a un cambio en la conciencia social respecto al consumo responsable y cuidado del  ambiente a través de la utilización de productos de limpieza no tóxicos y biodegradables, que no dañen ni contaminen nuestro suelo y aguas, que además cuiden la salud de la gente y los animales”, agrega Rocha.

La firma ganó el primer premio entre más de 600 postulantes en el programa Impacto Emprendedor, que les permitirá, por medio del banco de tiempo del grupo Gamba media, difundir su proyecto de una manera más efectiva, global y masiva. También fueron seleccionados por Mayma dentro de un programa de formación latinoamericano y también por el Ministerio de Producción de la Nación para un aporte no reembolsable.

El proceso de fabricación de una pastilla Geco Friendly se divide en ocho fases. La primera es la de pesaje, en la que se fraccionan y pesan con extrema precisión los componentes de formulación necesarios para la fabricación de un lote de producto, siguiendo en todos los casos las cantidades indicadas en la fórmula de cada especialidad. La segunda fase es de mezclado primario, en la cual los componentes se mixturan para lograr homogeneidad de dispersión. “La tercera fase es la granulación, donde los mismos se mezclan con una pasta húmeda o solución para formar el granulado húmedo”, detalla Rocha. Después viene la fase de secado, en la que se extrae esta solución para obtener un granulado con el grado de humedad adecuado. El secado se realiza con aire caliente y filtrado. Luego, la fase de tamizado, en la que se obtiene un tamaño de gránulo adecuado para cada producto. Posteriormente está la fase de mezclado secundario, en la cual al granulado se le añaden los excipientes necesarios para su compresión; y después  se mezcla hasta que queda perfectamente homogéneo. La séptima fase es la compresión: el granulado obtenido tras el mezclado es sometido a presión para obtener los comprimidos. “En esta fase se controlan en tiempo real el cien por ciento de los comprimidos producidos y se realiza también control estadístico de su peso, dureza y dimensión”, agrega Rocha.

Por último, en la fase del envasado, los comprimidos o pastillas pasan al proceso de acondicionado, en el que se envasan junto con las instrucciones de uso e ingredientes.

Ecológicas, biodegradables y económicas

El principal nicho de mercado de estos productos de limpieza consiste en tiendas de productos sustentables y saludables dispersas por todo el país. ”Además de estas tiendas revendedoras, también trabajamos con distribuidores mayoristas de productos sustentables, que nos ayudaron mucho a dar a conocer nuestro producto de manera más rápida y masiva”, añade el fundador de Geco Friendly. Actualmente, distribuye en unas 30 tiendas.

El tercer canal de venta consiste en la venta directa al público a través de su tienda de e-commerce. “En un principio llegamos a las personas que ya venían acostumbradas a un consumo responsable y de cuidado del ambiente, pero poco a poco vamos llegando a otras que ingresan a este mundo más sustentable a través de nuestros productos, y eso nos llena de alegría, ya que consideramos que el verdadero impacto positivo se encuentra ahí”, considera.

El modo de uso y rendimiento varía en función del tipo de producto. En el caso de las multisuperficies, desengrasante, limpiador de baño, limpiapisos y perfume para ropa, cada pastilla se agrega y diluye por efervescencia en 500 mililitros de agua. “Esta medida rinde una botella de esta capacidad, con un costo que va desde los $30 a los $60 por pastilla (1 botella de producto) dependiendo de la cantidad de unidades adquiridas”, aclara Rocha.

La línea de productos se completa con detergente sólido, blanqueador de ropa, limpiador para inodoros, jabón para la ropa y jabón foam para cuerpo y manos.  Las pastillas vienen en varias presentaciones: de 5 pastillas (caja), 10 pastillas (caja), 20 pastillas (doypack) y 50 pastillas (doypack). Además ofrecen los envases rígidos aptos para ser reutilizados, como también las ecobolsas para el jabón de ropa o perfume de ropa. “Las compras se realizan a través de nuestra tienda online  pudiendo abonarse mediante Mercado Pago con tarjetas o transferencia bancaria”, agrega. Los métodos de envío son con transporte propio para la ciudad de Córdoba y Villa Carlos Paz, y Correo Argentino, e-Pick o Emprepack para el resto del país.

Nace en Córdoba, una startup que distribuye monopatines eléctricos

Por Rosana Guerra

Nota publicada en el Diario Comercio y Justicia. 11/11/2021

Se trata de Ecowheels, que comercializa productos de movilidad que usan ese tipo de energía, una nueva forma urbana, económica, ecológica y sostenible de desplazarse

“Nos mueve la idea de un mundo sin contaminación donde las personas nos podamos trasladar de manera ecológica, autónoma y divertida”, señala Cecilia Durán, una de las socias de Ecowheels Movilidad Eléctrica, junto a Rodrigo Sánchez. Ecowheels es una startup que distribuye en Córdoba vehículos eléctricos. Actualmente representa a tres marcas premium: Zero, Minimotors y Vsett. La startup fue recientemente premiada en el ciclo Impacto Emprendedor, impulsado por el Laboratorio de Innovación Pública y Social de la Municipalidad de Córdoba (Corlab) y el Programa Córdoba Emprendedora. 

“Elegimos estas tres marcas para traer a Córdoba porque creemos que  la ‘calidad’ de los vehículos eléctricos es fundamental al momento de aportar a la ecología. Las marcas de baja calidad necesitan recambios frecuentes que impactan directamente en la huella que dejamos en nuestro planeta”, sostiene Durán.

Los emprendedores tienen disponibles, en su showroom de barrio Palermo Bajo, monopatines eléctricos pero adelantaron a Comercio y Justicia que están evaluando incluir en su catálogo motos y onewheels

El monopatín es un vehículo versátil que demanda poco conocimiento para manejarlo. Pesan entre 12 y 56 kilos, de acuerdo con el modelo, no necesitan patentamiento y en la mayoría de los casos son muy fáciles de plegar. 

Uno de los beneficios de utilizar un auto eléctrico, para el propietario y el ambiente, es que se cargan en cualquier enchufe doméstico, además de la practicidad para armado y desarmado, junto a la versatilidad al momento de moverse entre el tráfico. “Además tienen un mínimo mantenimiento, mínima emisión de ruido al andar, contaminación cero, ahorro económico para trasladarse; pero por sobre todo son muy divertidos y aptos para todas las edades”, agrega Durán. 

Durabilidad, mantenimiento y costos estimados de los vehículos eléctricos dependen de cada modelo. “Nuestras marcas, por tener baterías de marca reconocida (LG), tienen una vida útil superior a 1.200 ciclos de carga. En cuanto a los materiales con que están construidos, tenemos varios tipos pero en general son aleaciones a base de aluminio”, explica la emprendedora.

El mantenimiento es muy simple ya que los elementos móviles son muy pocos y los motores eléctricos son extremadamente simples en su concepción.

“Los repuestos de todos los productos que comercializamos se importan. Con cada contenedor que se exporta, los fabricantes exigen una compra mínima de repuestos que es de 20% del valor importado. De esta manera los fabricantes se aseguran no tener que andar enviando todo el tiempo partes”, explica.

Económicos, sostenibles y versátiles 

El mantenimiento de los monopatines es simple. “Asegurar la presión en las cubiertas en caso de que sean inflables para evitar pinchaduras, ajustar unos siete tornillos que tiene el monopatín, revisarlo una vez al mes, verificar que el mástil, es decir el cilindro que conecta el manubrio con el cuerpo del monopatín, esté bien asegurado”, recomienda Sánchez. 

Los costos varían mucho dependiendo de marca, tipo de monopatín, cantidad de motores y potencia de éstos. Ecowheels comercializa marcas cuyos precios van desde US$900 a US$8.000. 

Respecto a las desventajas de su uso, si bien los monopatines están homologados para días de lluvia, recomiendan no utilizarlos, igualmente si hay viento, pues éste  afecta los motores cuando éstos no son de importante tamaño. “Los monopatines de motores de 250 ó 350 watts sufren el viento en contra o las subidas pronunciadas. En cambio, los que tienen dos motores de 500w o más ya son monopatines que suben sin problema cualquier subida; más aún si tiene dos motores de 1000w”, aclaran los emprendedores.  

Un monopatín con una batería de 18 amperes se carga con $83 (cada carga), y si una persona tiene que trasladarse 10 kilómetros diarios a su trabajo ida y vuelta, lo debe cargar cada cuatro días. En un automóvil, ese mismo trayecto, en cuatro días  gasta $440 -si se carga nafta súper-. “Estamos hablando de un ahorro de 80% en el costo de transporte diario; ni hablar si a eso se le suma, seguro, patente, cochera e impuestos. Se pueden asegurar contra terceros a unos $24 por mes”, explica. Si se pincha una goma, hay cuatro talleres que las reparan, en la ciudad de Córdoba. En el laboratorio de servicio técnico que está al lado del showroom, además, brindan servicio técnico oficial de Zero, Minomotors, Vsett, Kany y Fiat. Realizan reparaciones mayores y electrónica en general, cambio y colocación de líquidos antipinchaduras, tuning en general, impresiones 3D de repuestos y ploteos para personalizaciones de los “monos”. 

¿Cómo funcionan los vehículos eléctricos

La energía eléctrica se acumula en la batería que luego se transfiere al motor por medio de una controladora que administra esta energía. “El usuario no tiene que lidiar con cambios de marchas. La mayoría de nuestros modelos tiene frenos regenerativos que devuelven energía a la batería para extender la autonomía”, detalla Sánchez. 

La carga de las baterías se realiza en cualquier enchufe doméstico. Cada uno viene con todo lo necesario para cargarlo y de manera opcional se puede adquirir un cargador rápido que mejora el tiempo de carga.

El modelo de negocios consiste en generar un proceso de venta y servicio técnico que es fácilmente replicable en cualquier punto del país, con mínima inversión y poco conocimiento previo. “Para el 2022 queremos tener tres sucursales en toda la provincia de Córdoba y puntos de venta en comercios que tengan propósitos similares al nuestro”, adelanta Durán.

Homahua, champús y acondicionadores sólidos a base de quinoa

Por Rosana Guerra.

Publicado en el Diario Comercio y Justicia.

Son los primeros emprendedores de Argentina que fabrican una marca cosmética a base de saponina de quinoa. Este año quedaron seleccionados en la Incubadora de Innovación Exportadora del Consejo Federal de Inversiones

La idea innovadora de crear esta original propuesta surgió a raíz de la fabricación de cereales de quinoa, otro emprendimiento que desarrollaron antes. “Fue así que se nos dimos cuenta que se generaban residuos de la saponina que no se utilizaban en su cadena de producción y vimos la oportunidad de crear este shampoo sólido”, cuenta Gisela Cari

Estanislado Díaz está encargado de la producción y Gisela se ocupa de la venta y la logística. Tienen un pequeño equipo que se encarga del empaquetado y la logística, que son colaboradores de este proyecto de triple impacto. 

“Espumoso, económico y ecológico”. El champú está compuesto por tensioactivos derivados del coco, aceite de oliva extra virgen, aceites esenciales puros, de lavanda, menta, y jazmín rosado, aguas herbales (lavanda, romero, manzanilla) saponina de quinoa, y un 1% de geogard para su conservación. Tiene un pH 5,5 ideal para el cuero cabelludo y la piel del cuerpo, no necesita periodo de adaptación y desde el primer lavado se advierten sus beneficios para el cabello.

Pesa solo 70 gramos que equivale a unos 400 mililitros de champú tradicional, rinde aproximadamente unos 70 a 90 lavados dependiendo el uso y largo del cabello. Su presentación viene en formato sólido con tres variedades de aromas y beneficios según el tipo de cabello. La primera variedad es Lavanda, ayuda a liberar del cabello el exceso de grasa, su espuma cremosa le otorga más brillo y suavidad. La segunda variedad es Jazmín rosado, fortalece la raíz capilar, aumenta su elasticidad, otorga más brillo y volumen, reduce el quiebre y evita la caída (es el más pedido por las mujeres). Y la tercera variedad es Menta que controla la producción de caspa, es refrescante y fortalece la fibra capilar (enfocado en hombres).

Con su formato sólido se evita la proliferación de envases plásticos y se ayuda a la huella de carbono. En Argentina cada año se generan unos 14 millones de toneladas de basura, de las cuales solo el 14% son de este material.

Otro de los productos sólidos es el acondicionador Wara, compuesto por BTMS, manteca de mango, aceite puro de palta, vitamina E, aceite esencial Ylan Ylan, completando nuestra línea de productos capilares.

Experiencia en incubadoras. El proyecto se presentó en Incubacor para validar y obtener un producto mínimo viable y en 2019 fue premiado por el programa Emprendium de la Agencia Córdoba Joven, donde obtuvieron $ 200.000 para iniciarlo. Paralelamente también incubaron en la incubadora de Andén de la Secretaría de Extensión SEU de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), Facultad Regional Córdoba.

En 2020 el Ministerio de Industria, Comercio y Minería de la Provincia de Córdoba le dió a Gisela un reconocimiento en la categoría “Ellas  emprenden industrias”, destacando su experiencia como mujer emprendedora,  uno de los cinco emprendimientos ganadores.  “A pesar de la crisis por la pandemia en las tiendas sustentables de la ciudad de Buenos Aires nos acompañaron mucho. También tenemos tiendas en Tucumán, Jujuy, La Rioja, y en Mendoza”, señala Gisela. 

Este año, quedaron seleccionados en Accelerate 2030 por Impact Hub de Buenos Aires,  entre más de 200 inscriptos y accedieron al proceso de capacitación, formaciones en sustentabilidad y  mentoreo. El mentor es Gonzalo Falcón, director Ejecutivo de la Cámara Argentina de Venta Directa y las asesora en todo lo vinculado con venta directa. 

“Hoy estamos en un proceso de reestructuración, intentando migrar a un modelo de negocios de venta directa, y es un desafío que encaramos en 2021. Estamos enfocados en la venta minorista pero sobre todo en las ventas mayoristas en tiendas sustentables de Córdoba capital, el interior de Córdoba y CABA. 

Gisela también se postuló como fundadora de Homahua en el Programa  del YLAI Fellowship de Estados Unidos, donde quedó semifinalista en esta instancia de selección. Su espíritu emprendedor la llevó a quedar seleccionada en un Programa Nacional de Aceleración avalado por el Consejo Federal de Inversiones (CFI) para exportar, que se llama Incubadora de Innovación Exportadora del CFI. 

Nace en Córdoba la primera Escuela del Empleo Verde: Regenerarte

Por Rosana Guerra

Publicado en Infonegocios el 5 de agosto de 2021

En plena pandemia, nació en Córdoba la primera Escuela del Empleo Verde. Se trata de Regenerarte, una formación integral gratuita en empleos verdes, creada para mejorar las condiciones de empleabilidad, sostenibilidad e inclusión social de emprendedores. 

El proyecto está liderado por Marina Córdoba, Natalia Ríos y Verónica Peralta, tres jóvenes amigas sensibilizadas por el medio ambiente, el empleo y la inclusión social. Las emprendedoras, señalan que el nombre Regenerarte surgió para significar el estar en movimiento. “Regenerarte implica involucrarnos y hacernos protagonistas del cambio, combinando la necesidad de proteger el ambiente y la necesidad humana de generar empleos verdes”, dice Marina Córdoba, responsable del área Académica.

Las tres variables que las motivaron a crear este programa de capacitación en empleos verdes fueron el tema del desempleo que ya era alto antes de la pandemia y aumentó a causa de ella, así como la necesidad de adquirir nuevas habilidades, sumado a la grave crisis climática.
“El Proyecto aspira a que todas las personas se sientan dignificadas con su trabajo revalorizando muchos oficios que hoy están en lugares informales de la economía, promoviendo la creación de profesiones verdes”, añade Natalia Ríos, responsable general de Regenerarte.

El Empleo Verde, definido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), es cualquier trabajo en relación de dependencia o independencia que sea decente para la persona y que genere impacto positivo en el ambiente. Son dos variables no negociables.

El diferencial de esta formación es que además de brindar habilidades específicas, da información de contexto, modelado de negocio, comunicación digital, autoconocimiento y gestión del cambio. “El programa hacia una transición justa, impulsado por la OIT, está apostando a la generación y promoción de empleos verdes”, advierte Verónica Peralta, responsable de Comunicaciones.

En Argentina, en 2017 ya se contabilizaban más de 650.000 empleos en el sector energía, gestión de residuos, agricultura, ganadería y transporte, entre otros. Actualmente existen varios proyectos de transición a nivel país que aspiran a incrementar más la fuerza laboral en sectores verdes.

Regenerarte busca crear alianzas con universidades, organismos gubernamentales y el sector privado. La educación y el trabajo son ejes para la vida de todas las comunidades. “La Secretaría de Extensión Universitaria de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) Regional Córdoba confió en la propuesta, y ayuda a las emprendedoras con la gestión de los fondos y con la difusión del proyecto, además de avalar el programa de educación que cuenta con certificación.

500 preinscriptos, 150 emprendedores 


En la primera edición lanzada este año se pre inscribieron casi 500 personas, el cupo inicial era de 100, pero finalmente admitieron a unos 150 emprendedores. Se trata de una formación de cuatro meses, con tres módulos y una carga horaria total de 85 horas cátedra. Las clases se realizan en forma virtual y sincrónica dos veces por semana durante tres meses, y la formación termina el 12 de agosto. 

Los participantes realizan las materias de los módulos de introducción, sensibilización y de habilidades complementarias y eligen un taller para la especialización. De los seis talleres ofrecidos los más demandados fueron los de Marketing Verde, Jardines Urbanos e lnstalación de paneles solares. Otros talleres dictados son los de Hidroponia y biogás, tecnologías de construcción social.

“Hoy tenemos participantes principalmente de la ciudad y del interior de Córdoba, pero también de diferentes provincias (Buenos Aires, Santa Fe, Chubut, Mendoza) e incluso, dos alumnos que viven en Ecuador”, describe Marina.

En cuanto a las expectativas para 2022, las jóvenes explican que programan una segunda edición del programa actual y la apertura de una línea de proyecto expandiendo la propuesta a otras provincias y países. “La idea es generar nuevas herramientas metodológicas a los docentes de escuelas y nos encantaría ser madrinas de escuelas verdes en cada localidad, donde sean profes locales quienes enseñen empleos verdes”, reconoce Marina.


El modelo de negocio de Regenerarte tiene como foco que la propuesta sea gratuita o de un costo accesible. La financiación de cada programa es una inversión del sector público y de empresas privadas que quieran iniciar y participar de esta transición hacia la creación de empleos verdes.  

Trabajo decente y educación de calidad
“Nuestro objetivo es que las personas adquieran habilidades que sean empleables y verdes, y nuestro éxito es incrementar el aumento de personas con empleos verdes y que puedan vivir de ellos en forma sostenible”, dice Marina.  

A mediano plazo las emprendedoras aspiran a desarrollar la Formación Integral en Empleos Verdes en terciarios y universidades que quieran integrar nuevas profesiones y oficios con perspectiva verde.