Eco Cuyum, la primera fábrica de baldosas que reutiliza restos de neumáticos

Por Rosana Guerra

Eco Cuyum es una empresa de triple impacto que recicla y reutiliza los restos de neumáticos para fabricar baldosas, caucho molido, reductores y pisos. Cómo son y cuánto cuestan.

Image description

Con una propuesta innovadora propone soluciones útiles y ecológicas a partir de desechos reciclables, dando un nuevo uso a los restos de NFU. 

Su compromiso económico, social y ambiental diferencia tanto a sus productos y servicios y genera un clima amigable con sus colaboradores, la comunidad y el ambiente. “Estamos en la provincia de Mendoza pero nuestro campo de influencia es a nivel regional, tanto en el sector público como en el privado, realizando ventas en Buenos Aires, Neuquén, San Juan, San Luis, Santa Cruz, Santa Fe y Tucumán”, explica Armando Parlanti, presidente de Eco Cuyum.

Los restos de neumáticos (NFU), son triturados en forma mecánica para separar sus elementos. Por un lado, se separa el alambre el cual se le provee a la industria siderúrgica para su reutilización, fibra que se reutiliza para mejorar las características del hormigón evitando fisuras. Por otro lado, utilizan el caucho para rellenar las canchas deportivas, baldosas para plazas y pistas de salud y un conjunto de elementos de demarcación vial: reductores de velocidad, tope llantas, divisores de ciclovías, delineadores verticales y bolardos.

Los costos, dependiendo de los productos, oscilan entre los $ 33.000 y $ 100.000.

Empleo verde
La vida útil de estos productos ecológicos depende del uso que se les dé o del impacto que reciban. No obstante si se compara con un producto tradicional tienen la ventaja comparativa de contar con la reposición inmediata del producto, la disminución del impacto no solo ambiental sino también en el usuario. “Nuestros productos disminuyen los daños que se pueden llegar a producir, y si hablamos del ambiente disminuimos la huella de carbono y también la huella hídrica”, detalla Parlanti.

El aporte que realizan hacia la transición a una economía circular se da a través de la reutilización de recursos, el fortalecimiento de la economía local y la generación de empleo verde.  

“Para el año que viene el desafío es lograr que nuestra empresa se posicione como la marca en el mercado y en la sociedad para que cuando hablemos de NFU se relacione inmediatamente con Eco Cuyum. Además, queremos seguir desarrollando productos aplicables a diferentes tipos de industria”, adelantó el empresario.

Actualmente en Argentina hay 209 empresas certificadas B. “En Sistema B consideramos que las empresas pueden (y deben) ser agentes de cambio que guíen el camino hacia una economía más justa, equitativa y regenerativa. Por eso brindamos herramientas para que las compañías puedan medir y mejorar su impacto, así como alentamos la transición hacia modelos de negocio de triple impacto”, señaló Marina Arias, directora ejecutiva de Sistem B Argentina.

Publicada en Infonegocios

LiveSlow, la única fábrica en Argentina que elabora botellas reutilizables

LiveSlow es una propuesta de triple impacto ambiental que produce localmente botellas de vidrio con un 95% reciclado. Además promueven la reutilización y brindan garantía de reparación por seis meses para que los usuarios puedan usar su botella por años.

En cuanto al impacto social trabajan junto a Fundación Aguas en proyectos de potabilización de agua en escuelas rurales.

El impacto económico de esta innovadora iniciativa está vinculado con su objetivo y es el de brindar una fuente de trabajo a sus integrantes. La promoción del empleo verde es uno de sus ejes y actualmente trabajan en el proyecto cinco personas.  

“Desde el material que usamos, el tipo de uso que fomentamos y en el servicio posterior de reparación, ayudamos a evitar que cientos de kilogramos de vidrio vayan a un relleno sanitario y en su lugar se conviertan en botellas”, explica Martín Valese, socio fundador de LiveSlow.

Cabe señalar que el vidrio es material proveniente de frascos y botellas que recolectan los recuperadores urbanos de la ciudad de Buenos Aires. En la tienda virtual los productos que comercializan son principalmente botellas, además de remerones y champús sólidos.

Además de las botellas, comercializan fundas de siliconas que cuestan $ 6.400. En el caso de un Holder Upcycling más la botella de 450 mililitros, sale $ 18.650. Un remerón “Make Love”, sale $ 23.800 y también comercializan champús sólidos a $ 2.350.

En este emprendimiento de triple impacto, el 100% de la producción es local, hecha en nuestro país. Los productos son 100% reutilizables y biodegradables hechos con vidrio más silicona BPA Free.  Además, tienen una garantía de seis meses, si se rompe el vidrio o la tapa, la empresa te brinda los repuestos.

LiveSlow es una empresa B certificada por su propuesta de negocio circular y es la única fabricada en Argentina sin BPA. “Hoy somos los únicos fabricantes de botellas reutilizables en Argentina”, agregó Valese. 

En relación al impacto en la huella de carbono de este emprendimiento circular, hace dos años decidieron nacionalizar toda la producción para evitar la generación de CO2 que implica traer botellas de China.

En cuanto a los desafíos para 2024, tratan de relanzar el modelo más grande de la botella y empezar a desarrollar canales mayoristas dado que hoy el foco es principalmente ventas online y corporativas.

Publicado en Infonegocios el 29/11/23

Mandarina al Sol, la marca nacida en Córdoba que crea elementos para yoga con residuos textiles (desde 7.000 pesos)

Por Rosana Guerra

Mandarina al Sol crea accesorios y elementos para la práctica del yoga en sintonía con la naturaleza. El emprendimiento surgió de la mano de Josefina Sánchez, diseñadora y practicante de yoga, luego de participar en una feria en el espacio Holístico Umbral de la zona norte. El nombre de la marca recuerda el placer que se siente al sentarse a comer una mandarina al sol en una tarde de invierno o de primavera, con esa sensación del calor que te abraza. 

Image description

La iniciativa surge con la intención de crear elementos que puedan acompañar momentos de relajación y calma, sin perder de vista el impacto ecológico que esto pueda generar. “Por lo que desde un inicio la búsqueda estuvo enfocada en utilizar materiales que sean lo más naturales posible, y reducir al máximo el desecho que derive del proceso de confección y producción. A su vez, tratamos de hacer productos que tengan una larga durabilidad y evitar así el descarte constante de desechos”, cuenta Josefina Sánchez, diseñadora y creadora de la marca.

Los zafus y los bolsters son accesorios claves para la práctica del yoga elaborados con relleno de estopa de algodón o de trigo sarraceno, un pseudocereal libre de gluten apto para ser usados para personas con celiaquía o alguna intolerancia de este tipo.

“El material que uso para hacer los zafus y los bolsters es la tela, la cual busco que sea 100% de algodón, sin elastano ni poliéster, al igual que las cintas y cordones que anexo como accesorio a algunos productos”, añade Josefina.

Para el relleno de los elementos utiliza cáscara de trigo sarraceno, la cual se vuelve desecho una vez que se separa del grano y en general es descartada. También usa semillas de lino y flores de lavanda; estopa de algodón reciclada, que la combina con los restos textiles que se producen en el proceso de confección de la marca.

Además, también reutiliza bolsas plásticas de azúcar de 50 kg provenientes de la actividad fabril para producir las bolsas donde entrega los productos.  

Circuito virtuoso y circular

La estopa de algodón reciclada se la compra a un productor independiente, quien realiza el proceso de desfibrado de telas y las comercializa. Él obtiene el material de desechos de fábricas textiles cordobesas que confeccionan principalmente jeans y ropa de trabajo. 

A su vez, también recibe donaciones de retazos provenientes de emprendimientos que producen prendas de ropa, las cuales no siempre son de algodón, pero ahí es donde prioriza el reciclaje antes del descarte. 

Las almohadillas se usan para una sesión relajante y están rellenas de lino y flores de lavanda. Vienen en dos formatos, mini y doble y son aptas para ser usadas calientes o frías. En el relleno utilizan semillas de lino que son grandes aliadas térmicas, porque absorben y retienen tanto el frío como el calor por largos períodos de tiempo.

Los costos de zafus y bolsters rondan entre los $ 7.000 y $ 8.000 mientras que las almohaditas entre los $ 2.000 y $ 3.600.

Además, crea originales diseños de Porta Mats y productos personalizados como lonas, manteles, nuqueras y otros accesorios. Los Porta Mats son bien espaciosos para que entre el mat, además tienen un bolsillo exterior para guardar cosas pequeñas como llaves.

Las bolsas que utilizan en su packaging son todas reutilizadas y resistentes, ideales también para trasladar cuadernos y otros materiales de estudio, o para llevar un abrigo.

Al ser materiales confeccionados con telas naturales no es recomendable exponerlas mucho tiempo al sol, ni utilizarlas con elementos que puedan desgarrarlas. En cuanto a las almohadillas, lo ideal es mantenerlas en el freezer dentro de una bolsa del tipo ziploc, mientras no se la esté utilizando.

Para el 2024 los desafíos que tienen apuntan a poder sumar más productos a la propuesta, encontrar otros emprendimientos y proyectos con una visión similar para trabajar en conjunto y hallar nuevas maneras de llevar el proceso de producción hacia una estructura más cooperativa.

Publicado en Infonegocios

¿Se puede implementar la Economía del Bien Común en Argentina?

Por Rosana Guerra 

Publicada en Infonegocios.

Se trata de un modelo económico que prioriza una buena vida para todos, en armonía con el bienestar del planeta.”El Bien Común en términos concretos, se determina democráticamente en cuatro grupos de valores éticos: dignidad humana; solidaridad y justicia social; sostenibilidad ambiental, transparencia y codeterminación democrática”, explica Christian Felber.  Pero, ¿cómo?

Image description

La Economía del Bien Común (EBC) es un modelo económico, integral y alternativo que privilegia la cooperación en lugar de la competencia, una noción del dinero como bien público, y el sistema monetario y financiero como una infraestructura pública y un orden comercial ético. Algo así como una alternativa al libre comercio y al proteccionismo.  

El movimiento de la EBC cuenta actualmente con 11.000 seguidores en todo el mundo, más de 4.800 miembros activos en más de 180 capítulos locales, 35 países, más de 800 empresas y otras organizaciones, unos 40 municipios y 200 universidades en todo el mundo. 

En Argentina está presente desde el año 2017 en Buenos Aires, Córdoba (con referentes en Capital, Traslasierra, La Falda, Río Cuarto) y Región Cuyo (Mendoza y San Juan). 

Ya son más de 1.000 empresas, bancos, colegios, universidades, ciudades y regiones quienes aplican las herramientas prácticas de la EBC. Las instituciones de enseñanza, como las universidades imparten la opción de una economía por el bien común –más allá de los extremos capitalismo y socialismo– los estudiantes adquieren otra idea de la economía desde el inicio y les será más fácil implementarla en la vida real. 

Qué dicen (los que creen que puede aplicarse)
El diseño de la EBC, en su vertiente de economía de mercado, hace que los productos y servicios que cuidan el ambiente y el clima sean más accesibles que los productos dañinos y destructivos. Esto se da porque las empresas menos sustentables y responsables pagan impuestos, intereses y aranceles más altos y no se les considera en la contratación pública o en la promoción económica.

En la economía nacional, un Producto del Bien Común (PBC) podría reemplazar al PIB monetario, midiendo metas definidas democráticamente y alineadas con valores universales.

El Balance del Bien Común (BBC) muestra cuánto contribuye una empresa al bien común. Una vez que el Producto del Bien Común ha sido compuesto y anclado en las constituciones, el BBC simplemente mediría cuánto contribuye una organización a sus 20 subobjetivos. La (pre)versión actual del BBC mide hasta qué punto estas entidades económicas viven la dignidad humana, la solidaridad, la justicia, la sostenibilidad y la democracia. 

Las preguntas de los informes del bien común de las empresas incluyen, por ejemplo: ¿Los productos y servicios satisfacen las necesidades humanas? ¿Qué tan humanas son las condiciones de trabajo? ¿Qué tan amigables con el medio ambiente son los procesos de producción? ¿Qué tan ética es la política de ventas y compras? ¿Qué tan involucradas están las partes interesadas en la toma de decisiones estratégicas? Y la gran pregunta: ¿cómo se distribuyen las ganancias?

Los Informes del Bien Común son examinados por auditores independientes. Se publica un resultado cuantificado y comparable (hasta 1.000 puntos de bien común). Para evitar el lavado de imagen verde o greenwashing, los aspectos negativos, como las violaciones de los derechos humanos, el traslado de beneficios a paraísos fiscales o la destrucción medioambiental directa, dan lugar a la deducción de puntos, hasta un mínimo de menos 3.600 puntos negativos. 

Córdoba ya tiene la primera incubadora circular

Publicada el 14 de julio de 2023 en Infonegocios

¿Sabías que en Córdoba abrió la primera incubadora circular? La lanzo el Ente municipal BioCórdoba que consiste en una propuesta de financiamiento para iniciativas que generen impacto positivo en materia ambiental. Los detalles y los montos.

Image description

Image description
Image description

Para sumarse a esta innovadora iniciativa hay que cumplir el requisito de haber cursado y aprobado la Diplomatura en Economía Circular y Estrategias de Sustentabilidad (Nivel 1 y/o Nivel 2). También pueden integrarse quienes estén cursando actualmente la diplomatura nivel 1 en la plataforma Infossep.

“El objetivo de la incubadora es seguir potenciando la economía circular a través de herramientas técnicas. Se ofrecerá apoyo técnico, desde  ayuda para modificar o diseñar algún producto lineal en circular, acompañamiento en el registro de marcas y patentes y prueba de los objetos”, expresó Enzo Cravero, presidente de BioCórdoba.

Los inscriptos en la incubadora circular pasarán por una instancia de participación e intercambio en un Ideatón que se realizará en agosto y en setiembre se entregarán los premios a los ganadores de esta competencia. Habrá créditos o subsidios individuales que van desde los $ 300 mil a los $ 800 mil y colectivos que pueden ser hasta $ 2.5 millones de pesos.

Entre los panelistas internacionales especialistas en el paradigma de la economía circular estuvieron en forma virtual Jocelyne Landry Tsonang, coordinadora regional de Africa Circular Economy Network Foundation y Luis Lehmann, especialista en Economía Circular y autor del libro “Cambia la Economía y Cambiarás el mundo”.

La economía circular es un modelo económico en el que la materia se mantiene como recurso el mayor tiempo posible. “En este paradigma los elementos funcionan en un bucle, el material regresa al sistema; mientras que en la economía lineal, el patrón es tomar el recurso, usarlo y tirarlo, contaminando así el ambiente”, explicó Jocelyne Landry Tsonang.

Luis Lehmann, especialista en Economía Circular, otro de los disertantes invitados al evento, expresó que la sostenibilidad y la circularidad son fundamentales para que un negocio pueda ser sostenible no solo ambiental, sino económica y socialmente. “Es clave el involucramiento del sector público y más particularmente del sector local, por eso es muy valioso que esta iniciativa surja desde el Municipio de la ciudad de Córdoba”, destacó el especialista en Economía Circular en diálogo con InfoNegocios.

“La Economía Circular es un cambio de los modelos de producción y de consumo, por ende, es más abarcativo y toca una amplia gama de sectores de la economía que solo en el tema de materiales y recursos”, precisó Lehmann.

A nivel internacional hay varios antecedentes de casos de éxito de articulación público, privada como es el caso de Suiza y una incubadora de economía circular que lleva adelante el Círculo Economy Club. En España hay algunas iniciativas como el CIECCentro de Innovación en Economía Circular, donde se están incubando proyectos de Economía Circular que potencian el desarrollo económico de Madrid y de España. Además hay experiencias más cercanas como en Chile como Círculo Tec una especie de centro tecnológico para la Economía Social en el norte de este país. 

El lanzamiento de la incubadora circular se realizó el 12 de julio a las 18 horas en la sala de las Américas del Pabellón Argentina de la Ciudad Universitaria y contó con la presencia de los egresados de la Diplomatura en Economía Circular y Estrategias de Sustentabilidad nivel 1 y nivel 2, Jorge Folloni, secretario de Gestión Ambiental y Sostenibilidad de la Municipalidad de Córdoba, Germán Stroppa secretario de Políticas de Sustentabilidad de la Universidad Nacional de Córdoba y Soledad Lassaga, vocal del Ente Municipal BioCórdoba. 

Granjas urbanas inteligentes, una propuesta innovadora de la mano de los microgreens

Loopfarms, es una biorefinería urbana circular que utiliza desechos orgánicos para la producción de biogas. Los desechos orgánicos constituyen más del 50% del total de los residuos y son los de mayor generación en las ciudades, los que menos se reciclan y los que son claves en un sistema de economía circular.

Lamentablemente se entierran casi en su totalidad en la mayoría de ciudades de LATAM y el mundo, generando contaminación y enormes cantidades de gases de efecto invernadero producto de su descomposición. Además generan la pérdida de recursos contenidos en ellos como agua, nutrientes y energía química.

“Desde Loopfarms buscamos transformar este problema en una oportunidad, bajo el concepto de una Biorefinería urbana y la incorporación de microplantas de Biogás en el ámbito de las ciudades”, explica Mauro Barberis, especialista en biogás, CEO y fundador de Loopfarms.

Hacia ciudades más resilientes y circulares. La tecnología desarrollada por Loopfarms, se sustenta y combina procesos biológicos, como la biodigestión anaerobia, y la fotosíntesis de biomasa, permitiendo captar y transformar los recursos presentes en los desechos orgánicos alimenticios. 

Se trata de crear nuevos recursos y productos de alto valor agregado, como superalimentos, biofertilizantes orgánicos y energía renovable, incorporando estas fracciones de desechos alimenticios a la economía circular.

Si los desechos orgánicos fueran un país, ocuparían el tercer lugar a nivel mundial como los más contaminantes en cuanto a Gases de efecto invernadero, detrás de USA y China. Solo en Latinoamérica, se generan por día más de 300.000 toneladas de desechos orgánicos que se entierran en vertederos en su gran mayoría.

“Loopfarms, aporta nuevos productos empoderando las economías regionales y locales, incentivando la generación de energía renovable distribuida y descentralizada a través de nuestras micro-plantas de Biogás”, destaca Barberis. También genera puestos de trabajo locales incorporando actores de la economía circular en estos circuitos socioproductivos.

Superalimentos de la economía circular

Los microgreen son microbrotes de hortalizas convencionales, como remolacha,

rúcula y brócoli, entre otros,  que se consumen estos brotes a solo 10-15 días desde su germinación. La ventaja de consumir estos brotes, es que acumulan 40 veces más de poder nutricional y sabor que consumir la hortaliza en su estadío “adulto”. Es por ello que se los consideran un superalimento, por alta densidad nutricional.

“La pregunta es para qué esperar tres meses que es lo que dura el ciclo para poder cosechar la remolacha, si en solo 15 días podemos obtener un alimento más nutritivo”, dispara Barberis.

Este tipo de alimento consume menos agua para su producción en el caso de la hidroponia, menos energía y se produce más cerca incentivando el kilómetro cero, con una menor huella hídrica y de carbono.

El concepto de superalimento, como los microgreens, los hongos, o hasta microalgas comestibles (spirulina) entre otros, tienen alta densidad nutricional y contenido de micronutrientes por gramo de alimento; es decir que en un porción de igual tamaño, existen mayores cantidades y de mejor calidad de nutrientes y vitaminas antioxidantes que un alimento convencional.

Si bien no nos especializamos en desarrollo de hidroponía, esta tecnología permite ahorros de hasta el 90% del consumo de la horticultura tradicional. Además es posible producir sin tierra, producir en vertical optimizando m2, producir indoor, sin depender del clima. “No reemplazará la agricultura tradicional, pero sin dudas será una gran aliada para la sustentabilidad alimenticia”, aclara Barberis.

Seleccionados como startup para ingresar al portfolio invertido del fondo CCI (Municipalidad-BID LAb). “En la actualidad con nuestros desarrollos estamos demostrando, en una pequeña escala, que es posible recuperar los desechos orgánicos y transformarlos en energía renovable y nuevos productos”, agrega Barberis.

Actualmente están desarrollando nuestra segunda unidad comercial dentro de Mercado Las Rosas, para aportar a que los polos gastronómicos puedan ser mas sustentables en el manejo de desechos de tipo orgánico.

Gecofriendly, el ganador de la Final Regional de Climate Launchpad 2022

Elaboran pastillas de limpieza y desinfección biodegradables

Gecofriendly es el proyecto ganador del Desafío Jóvenes Innovadores de la Municipalidad de Córdoba en la categoría Economía Circular. En esta startup la propuesta viene por el lado de la limpieza. Lo que hacen es elaborar pastillas de limpieza y desinfección concentradas efervescentes, biodegradables, no tóxicas y veganas. Trabajan incentivando la reutilización de envases y la preparación de los productos de limpieza en el hogar con agua corriente.

Primero, alcanzaron el primer puesto a nivel nacional, Geco Friendly salió primero en su categoría: “The next big thing”, para toda América Latina y el Caribe en el concurso de ideas verdes más grande del mundo organizado por Circular Influence.

En el marco de este Concurso fueron preseleccionados 400 proyectos en toda la Región y seleccionados 10 de cada país. De esos 10 Geco salió primero a nivel nacional y primero en la categoría The Next Big Thing a nivel Latinoamérica y Caribe. Esto le permitió al emprendimiento local de economía circular, estar dentro de las 3 mejores startups de la región. Y luego participaron en la Final Regional de Climate Launchpad 2022 donde lograron ganar el primer puesto.

Este emprendimiento apuesta por una forma de vida sostenible y responde al concepto global eco-friendly, que abarca conceptos como sustentabilidad, reducción de la huella de carbono, uso eficiente del agua, cuidado del ambiente y economía circular.

La idea es que se puede conseguir una limpieza efectiva del hogar sin generar plásticos, de una manera práctica y económica, ya que por su presentación, se reduce drásticamente el espacio destinado a productos de limpieza a un costo del 30% respecto a los tradicionales.

“Nuestro producto apunta a resolver los problemas vinculados a la generación indiscriminada de residuos plásticos de un solo uso y a su vez la contaminación del suelo y del agua”, explica Martín Rocha de Geco Friendly.

Por otra parte, también generan una reducción en la huella de carbono que deviene de la disminución en la logística de transporte y consecuente aporte al efecto invernadero. “Además nuestro proyecto permite un uso más eficiente del agua por la no generación de aguas industriales de lavado ya que nuestros productos se preparan en el hogar con agua corriente”, detalla Rocha.

El mercado actual de Geco Friendly abarca todo el país en lo que es consumidor directo a través de su tienda on line Gecofriendly “Por otro lado, realizamos ventas mayoristas a distribuidores y también a locales y tiendas revendedoras de todo el país, con mayor presencia en las provincias de Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe, pero encontrándonos además en locales por ejemplo de Ushuaia y Río Negro a La Rioja y Santiago del Estero”, detalla el emprendedor.

El concurso de Climate Launchpad alcanzado a través de Circular Influence, es un concurso de proyectos o ideas verdes más grande del mundo, que les brindará principalmente reconocimiento y visibilidad tanto dentro de nuestro país como en el exterior. “Además de haber conseguido becas para capacitaciones de nivel internacional para el fortalecimiento del proyecto, nos otorgará la posibilidad de conseguir inversores”, dice Rocha.

Con este reconocimiento les dieron un premio económico de 5000 euros en esta instancia, pudiendo alcanzar en la final global mundial de los días 27, 28 de octubre y 3 de noviembre nuevos premios y reconocimientos.

“Nuestros desafíos y objetivos para el corto y mediano plazo está puesto en la compra de nueva maquinaria y el ingreso a nueva locación para el escalado y crecimiento, como así también el crecimiento del equipo de trabajo. En cuanto a lo comercial, ingresar a las grandes superficies de supermercados y cadenas de distribución de Argentina, y comenzar a diagramar el comercio de exportación para los próximos años”, añade Rocha.

La otra arista que abordan en este emprendimiento es el impacto social, forman parte del SEF, en donde por cada venta se realiza una donación a comedores sociales. “También estamos trabajando con la fundación para el desarrollo sostenible elaborando un sistema en donde se reciben plásticos para reciclar y se entregan nuestros productos con grandes descuentos y además el 30% de la venta es para el fortalecimiento de la fundación. Por otro lado, estamos trabajando para brindar oportunidades a personas en situación de pobreza, brindando la posibilidad de ingresos por la confección de packaging y producto final”, señala Rocha.

Emprender con impacto en 2022: la experiencia de tres iniciativas exitosas

Por Rosana Guerra. Publicado en Diario Comercio y Justicia.

Por medio de la campaña “Visibilizá tu emprendimiento”, de la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA), tres emprendedores decidieron mostrar cómo hicieron para posicionar sus marcas de modo sostenible en un mercado cada vez más competitivo.

Cada vez son más las personas que toman conciencia de la necesidad de cambiar los estilos de vida consumistas por hábitos sostenibles y así proteger el planeta y sus recursos naturales. 

En este escenario, las empresas y organizaciones son conscientes de la necesidad de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas y de incorporar la sostenibilidad y el triple impacto a sus modelos de negocios. A su vez, los consumidores cada vez se vuelven más conscientes y exigen a las marcas un compromiso con los valores de sustentabilidad y responsabilidad social empresarial.

Un estudio de la consultora Sistema B -especialista en gestión de cambios- midió en 2021 más de 8.000 emprendedores y empresas de toda Latinoamérica con el fin de saber qué tipo de influencia generan en el mundo desde el punto de vista social, económico y medioambiental.

Este estudio reveló que la primera recomendación de los emprendedores para emprender con impacto es responder a una necesidad. 

Ariel Ernesto Pérez Barrio es CEO y creador de Oki Alimentos Saludables, donde se elabora y comercializa todo tipo de productos alimenticios orgánicos aptos para veganos. “Desde joven, mientras trabajaba en relación de dependencia ya recibido de ingeniero químico, estuve detrás de usar la creatividad para desarrollar de modo casero productos alimenticios con propiedades benéficas para las personas” recuerda Pérez Barrio acerca de cómo en sus inicios encontró una oportunidad en la industria. 

“Actualmente Oki se diferencia por hacer productos distintos, innovadores, alternativos y saludables para desayuno, merienda o alguna picada”, explica, y aclara que su firma utiliza semillas y harinas orgánicas. “Los productos son obtenidos con muy bajo procesamiento y deshidratación; son bajos en sodio, algunos son libres de gluten y otros keto (cetogénicos)”, detalla.

El emprendedor también destaca la necesidad de que la marca tenga su sello propio. “Además es muy importante estar atento a comunicar esa innovación o búsqueda de impacto social o medioambiental, así como a la manera de hacerlo”, agrega.

En cuanto al año que acaba de comenzar, lo percibe como alentador, con una necesidad y reclamo en alza de productos con menos químicos y menos procesamiento. “Desde el punto de vista ambiental veo que cada vez son más las empresas que van a envases compostables, así como quienes eligen la utilización de ingredientes agroecológicos y orgánicos para sus productos”, señala.

Incluir para emprender 

La segunda recomendación de los emprendedores de ASEA es observar para incluir e integrar para emprender.

Maru Arabehety es CEO y fundadora de ElleVanTok, una marca de ropa interior de triple impacto que promueve una economía basada en la colaboración, la integración social y la protección del ecosistema, “Nosotros hacemos talles inclusivos para todo tipo de cuerpo, género y edad. Además, generamos trabajo para personas en condiciones de vulnerabilidad social”, destaca Arabehety, quien añade que descubrió un nicho de mercado y entendió que no era precisamente un nicho. “Era 70% de la población nacional que estaba fuera de los talles argentinos, por eso pensé en los ‘talles inclusivos’. Vi que 50% de la población argentina está bajo la línea de pobreza y pensé en la ‘integración social’ a través del trabajo digno, como fuerza laboral pero además formando parte de nuestra imagen y campañas publicitarias”, cuenta entusiasmada. Maru comenzó con cinco puntos de ventas y hoy tiene 56 en todo el país. 

“Emprender con impacto va asociado a un estilo de vida, a valores reales que acompañan los proyectos y las propuestas del emprendimiento. Hay que ser verdaderos, ahondar en nuestro interior, conocernos y ver qué nos interesa, qué queremos hacer”, propone. 

“ElleVanTok no es la excepción a este quiebre de paradigma que trae consigo la economía circular, en la que sus protagonistas están constantemente explorando materiales compostables, biodegradables y plantables. Trabajan slow-fashion fomentando el consumo consciente a través del zero-waste, reutilizando desechos para crear ecoladrillos para construcciones sustentables, para hacer madera plástica y zafus de meditación realizados por personas con discapacidad.

La tercera recomendación es que nada se tira y todo se transforma

En SeisUno Coop. Ltda, seis pallets de madera recuperados salvan un árbol. “Los pallets de madera son un insumo imprescindible en toda cadena de suministro y tienen una alta y permanente demanda en la gran mayoría de las industrias del país y la región. La reutilización de la madera reduce la tala y la extracción de árboles tanto nativos como exóticos”, explica Leo Aragües, el fundador del emprendimiento, oriundo de Rosario, Santa Fe. 

En la actualidad, la recuperación de pallets usados se realiza como una actividad informal y de baja escala. SeisUno nació como una propuesta que ofrece una doble ventaja: a los recolectores les brinda la posibilidad de sumarse como asociados; y a las empresas les asegura un volumen de abastecimiento acorde a sus necesidades. La formalidad de sus protocolos de suministro demanda una importante reducción de costos y posiciona a los clientes y proveedores como empresas que dan valor a la reutilización por sobre la extracción.

Cientos de emprendedores y empresas se sumaron a la ola de la economía circular. La identificación de este tipo de emprendimientos es fundamental para poder potenciarlos, no solo el Estado sino también las organizaciones del ecosistema emprendedor. 

Apoyo y asociación 

«Desde ASEA trabajamos a diario para promover y defender el desarrollo del emprendedorismo en cada rincón del país y consideramos de vital importancia el fomento de políticas públicas que favorezcan los emprendimientos de triple impacto. La organización invita a apoyarlos aportando solo $16 por día ingresando en la web https://bitly.com/sociosASEA 

Además, quienes se sumen como socios van a poder acceder a beneficios exclusivos, participar de eventos y encuentros de networking y ser parte de una comunidad de 40.000 emprendedores, entre muchas otras cosas más”, concluye Bernardo Brugnoli, director Ejecutivo de la asociación de emprendedores.

ASEA es una organización sin fines de lucro, formada en el año 2014, que nuclea a más de 40 mil emprendedores. Su misión principal es lograr que “Argentina sea un mejor lugar para emprender, que resulte más ágil y sencillo llevar adelante proyectos y nuevos negocios”. 

La primera minipyme argentina que elabora accesorios con silobolsas recicladas

26 enero, 2022

Por Rosana Guerra. Publicado en Diario Comercio y Justicia

Silobag fabrica ecoproductos con restos de esos objetos, con lo que contribuye a fortalecer la economía regional

Las silobolsas son la materia prima con la cual la Silobag creó un proyecto de triple impacto que consiste en reutilizarlas para insertarlas en un nuevo ciclo productivo. Esa minipyme argentina elabora accesorios reciclados ecológicos como bolsas, mochilas y carteras, entre otros “ecoproductos”. El material de la silobolsa es impermeable, de mayor calidad y resistencia que otros similares y además permite producciones a gran escala e impacto.

Estos ecoproductos hechos de silobolsa 100% reciclada de los campos argentinos fortalecen la economía regional, generan oportunidades laborales para jóvenes con discapacidad intelectual y a mujeres en situación de vulnerabilidad de barrios carenciados. También incentivan la inclusión social de personas liberadas de cárceles luego de haber cumplido su condena.

“Con nuestra propuesta, el descarte deja de ser un problema y pasa a servir tanto para resolver necesidades como para comunicar valores vinculados con el cuidado del ambiente”, dice Cinthya Fehling, CMO y cofundadora de la pyme, junto al ingeniero industrial Santo Parsons.

Silobag nació en Tigre y opera en Fátima, San Miguel, Moreno, Lomas de Zamora, Pablo Nogues, Maquinista Savio, Pilar y San Isidro, localidades de la provincia de Buenos Aires.

La emprendedora, quien además es diseñadora gráfica, cuenta que la diferencia de su proyecto con otros es que promueve que los clientes sean protagonistas del cambio. “De lo que se trata es de involucrar al consumidor, comprometerlo con la responsabilidad de aportar al cambio social, a ser solidario con la compra de un producto cotidiano, concientizarlo sobre el cuidado ambiental. Transformamos el acto de consumo básico en consumo solidario”, distingue.

En Silobag ya lograron reciclar 8.200 metros cuadrados de silobolsa. Así, se le da una segunda oportunidad a este plástico de un solo uso.

Cabe señalar que el reciclado requiere 70% menos energía y emite 59% menos  gases de efecto invernadero, responsables -entre otros- del cambio climático. Si estuvieran alineadas las silobolsas desperdiciadas anualmente, formarían una fila de 12.000 kilómetros, el equivalente a la distancia que existe entre Buenos Aires y Berlín”, grafica Fehling.

Huella de Carbono

Este proyecto de triple impacto también contribuye a reducir la huella de carbono. En Argentina, por ser un país muy extenso, la recolección y distribución de las silobolsas a reciclar incrementan la logística. “Por eso, estamos en vías de solución generando una alianza con una empresa de logística en cuyo recorrido podremos aprovechar la recolección de las silobolsas descartadas”, agrega la emprendedora.

Además de trabajar con materiales reciclados para cuidar el planeta, en esta minipyme desarrollan sus productos sin materia prima proveniente de animales, lo que muestra que las decisiones de consumo son una herramienta simple y poderosa para cambiar al mundo protegiendo al planeta y sus habitantes.

En cuanto al impacto social, trabajan en equipo en el proceso de corte con talleres sociales y cooperativas, generando oportunidades laborales para cuatro jóvenes con discapacidad intelectual, con nueve mujeres en situación de vulnerabilidad de barrios carenciados y también incentivan la inclusión social de tres personas que fueron liberadas luego de haber cumplido su condena.

“Creemos en el mundo de los negocios como factor de cambios. Somos una empresa que tiene lucro, pero que usa ese lucro como medio para un fin social”, reconoce la emprendedora.

Ecofriendly  

Para elaborar los ecoproductos el principal insumo es la silobolsa, que lo complementan con cinturones de seguridad reciclados para las manijas, o con  diversos textiles como banderas, paraguas o friselina reciclados, para forrar internamente el producto. “Conseguimos los materiales mediante donaciones individuales, acciones y eventos, sumado a alianzas con grandes empresas que en su rutina diaria descartan toneladas, con las que cocreamos campañas de concientización y responsabilidad social empresarial”, explica Fehling.

Además, tienen una alianza con IpesaSilo, la mayor productora mundial de silobolsa, con la que trabajan sobre la logística inversa de las silobolsas una vez abiertas. Trabajamos con un sistema por el que se puede trazar el origen de todas las silobolsas que recuperamos. Articulamos con cooperativas o empresas que garantizan el no uso de pesticidas en sus silos”, añade la emprendedora. 

A partir de ello, se reúnen los materiales, se controla su estado y se separan según su destino final. Se limpian y se evalúa su condición, para volver a ser separados y reciclados de distintas formas. Luego, se cortan y troquelan según el producto y el molde necesario; y después se envían a los talleres en el interior del país para su confección y ensamblaje. 

La industria de la moda es la sexta más grande del mundo. Además, es la segunda más contaminante. “Por eso nos enfocamos en generar impacto positivo dentro de esta industria, generando soluciones a varias problemáticas sociales y ambientales”, dice la CEO de Silobag.

La materia prima la aseguran por medio de una alianza por un mínimo de tres  años, renovables, con el mayor productor de silobolsa internacional, IpesaSilo, que tiene 70% del mercado mundial. “Esta alianza incluye una cláusula de exclusividad y de no competencia. Estamos generando alianzas con los clientes (compradores de silobolsa) de IpesaSilo para reciclar su material en exclusividad, por lo cual tenemos una buena fidelización de clientes con compras reiteradas: embalaje, merchandasing y en eventos”, cuenta la emprendedora. 

A su vez, la confección de accesorios dentro de la industria de la moda es un oficio fácil de aprender y en Argentina hay muchas personas que fueron despedidas de sus trabajos con ese conjunto de habilidades, fábricas que fueron cerradas, lo que significa que una reactivación de esos espacios podría no sólo crear nuevas oportunidades de empleo, al ayudarlas a recuperarse, sino también impulsar las economías regionales.

Silobolsas 

Las silobolsas, que se utilizan principalmente en la actividad del agro, son las grandes mangas blancas, de más de dos metros y medio de diámetro y unos 60 metros de largo, que uno ve alineadas, en el campo. Llegaron como respuesta alternativa y flexible a los silos de metal y son las bolsas que almacenan granos, compuestas de una tricapa de polietileno con protección UV, con una capa externa blanca y una interna negra. “Los datos advierten de que tras cumplir de forma óptima su ciclo de vida en la función original, de almacenamiento de granos, nada menos que 7.000 toneladas por mes quedan en desuso en todo el país”, afirma Fehling.  

“Estamos concientizando a los trabajadores del campo, incentivando su reciclado y brindando una solución para su recolección, premiándolos además con un descuento en su próxima compra, como un incentivo para el cambio de hábito”, indica la diseñadora gráfica. Además, no sólo es reciclable el material sino reutilizable, es impermeable, por su uso primario la silobolsa es tres veces más resistente y, al reutilizarla como embalaje asegura mayor protección y seguridad al paquete.

Actualmente Silobag tiene una tienda online. Su principal mercado es Argentina y potencialmente Colombia y México, por haber demostrado gran interés y por las ventas efectuadas. 

La realidad es que la silobolsa es un producto conveniente y la industria del agro y sus ventas están creciendo año a año. “Como desafío para 2022 creo que debemos trabajar constantemente en la innovación de nuevos modelos de embalajes y productos que demande el mercado, a la vez que optimizamos la logística de recolección, limpieza y producción para poder así ser aún más competitivos con los precios”, reconoce.

Triturar plásticos a bordo de una bicicleta

Por Rosana Guerra

Publicado en Diario Comercio y Justicia. 27/12/21

Las ecostations van a instalarse entre marzo y abril en distintos parques de la ciudad y del interior provincial. Actualmente hay prototipos y se anunció que el primer lote en serie estará listo en tres meses

ReciU Bike es la primera bicicleta fija que permite procesar botellas PET de hasta 2.500 centímetros cúbicos mientras se pedalea. Es una propuesta de triple impacto que brinda soluciones creativas que permiten reducir y moler el plástico lo más cerca posible del punto de consumo. La ReciU Bike es el primer producto que se lanza al mercado. Consiste en que una persona se sube a una bicicleta fija y, mientras pedalea, pica el plástico lo más cerca posible del punto de consumo. Después se traslada el producto procesado que es ambientalmente sustentable. “En lo social, este proyecto involucra a todos los ciudadanos… considero que no hay ninguna iniciativa de reciclado que tenga chance de atacar este grave problema si no que involucra a todos. Por eso le pusimos el nombre ReciU (“you” en inglés), que convoca a todos a que sean partícipes de la solución a este problema”, explica Mario Postay, CEO de ReciU. Completan el equipo fundador de esta innovadora iniciativa Mauricio Donemberg y Amadeo Sabattini, dos profesionales con amplia trayectoria en reciclado.

Esta innovadora iniciativa nació como una startup de triple impacto que busca reducir la acumulación de plásticos. Desde su perspectiva, para que una iniciativa de reciclado pueda escalar debe tener en cuenta el factor logístico, que es clave en este tema. “Mover un camión de botellas, por más que estén aplastadas, implica mover 90% de oxígeno, entonces la huella de carbono que se genera es considerable y el daño ecológico que se produce es mayor que el beneficio de recuperar ese plástico”, detalla Postay.

La bicicleta es el primer producto en el mundo que, de una manera divertida, simple y atractiva, puede mitigar la contaminación del plástico. “Es una revolución, cada vez que instalamos una bicicleta vemos de qué manera las personas quieren sentir cómo sus piernas muelen botellas”, añade el empresario. Se trata de una propuesta que permite cuidar la salud y el ambiente al mismo tiempo.  

Las ecostations se venden a comunidades, condominios, barrios cerrados, empresas, universidades, ciudades. Esta propuesta consiste en instalar tres bicicletas, con las cualesa se procede a la recolección del material procesado. “Actualmente estamos en conversaciones con los gobiernos de la Provincia y de la ciudad para desembarcar en diferentes puntos de Córdoba a comienzos de 2022”, adelanta Postay a Comercio y Justicia. La finalidad es convocar a toda la comunidad a que se involucre activamente en el reciclado.

Un caso de economía circular 

El partner que hace la inversión de las ecostations –ya sea Provincia, ciudad, empresa o universidad- tiene que comunicar a su comunidad que acerque sus botellas, PET o directamente se suban a la bicicleta para procesarlas. “Partimos de la base que reciclar no es separar sino que reciclar es apenas el primer paso, picar la botella es el segundo, luego hay que separar los plásticos picados, por color, por peso y por tipo”, describe el emprendedor.

Una botella común de gaseosas de 500 centímetros cúbicos tiene cuatro tipos de plásticos: el Pet de la botella, el polipropileno de la parte baja, el polipropileno de la tapa, y además la goma EVA en la contratapa para las bebidas que tienen gas.  “Por eso se realiza un proceso donde se separan cada una de estos materiales y el PET se reinserta en la cadena productiva, volviendo a ser PET”, aclara Postay.

El objetivo es crear un PET de mayor calidad, es decir que esa botella pueda volver a ser una botella. “Y en el caso del propileno de las etiquetas, se puede usar para otros fines”, añade el CEO de ReciU.

Desde su perspectiva, usar PET para construcción no es algo innovador. “Económicamente no es sustentable porque es más barata la arena y el cemento que el PET. Se utilizan plásticos de muy baja calidad que son generalmente desechos de material reciclado”, considera. En el caso de ReciU, trata de generar la mayor valorización económica de cada tipo de plástico que haga que el proyecto sea sustentable.

En REciU trabajan cinco personas. Tienen partners logísticos, de reciclado y productivos que involucran a unas 50 personas más de manera indirecta.  “Nacimos con una inversión privada, que fue canalizada en parte por el venture capital Alaya, y acabamos de levantar otra ronda de inversión de inversores privados. Hemos sido coinvertidos por la Agencia Córdoba Innovar y Emprender, y estamos aplicando a otros fondos para acelerar el proceso de expansión”, dice entusiasmado Postay.

Consultado sobre las expectativas para 2022, el emprendedor señala que estarán realizando activaciones en eventos y distintos puntos de la ciudad donde se aglutinan muchas personas. “Tenemos todas las expectativas para que el proyecto despegue, haga base, en Córdoba, en Argentina, y en países limítrofes en 2022”, anunció Postay.